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¡Queridas familias!

Nos complace informarles que hemos realizado un acuerdo con la Academia Vergilium, de latín.

Este acuerdo consiste en que las familias inscriptas en el programa Mare Verum podrán matricular a sus hijos en esta prestigiosa academia accediendo a ella mediante importantes descuentos.

La propuesta es opcional y está orientada especialmente a las familias con niños en las etapas de Lógica y Retórica, aunque podrían inscribir también a niños en la etapa de Gramática si así lo desearan.

Quienes estén interesados, pueden pedirnos por mail los costos mensuales.

A continuación les dejo una carta del director de Vergilium a nuestras familias:

Estimadas familias de Mare Verum:

Con enorme placer me pongo en contacto con Uds. por intermedio de la Sra. Gisela Arcando.

Mi nombre es Juan Omar Valdéz Solowij y soy el director de la Academia on-line de latín y cultura clásica Vergilium. El motivo de estas líneas es anoticiarlos de nuestra Academia y brindarles un somero cuadro de su quehacer educativo.

Nuestra Academia está conformada por cuatro profesores egresados de la Academia Vivarium Novum, Italia, la más importante a nivel internacional en la enseñanza natural de las lenguas clásicas.

Como Uds. sabrán la enseñanza de las lenguas clásicas, y sobre todo del latín, ha sufrido los derroteros de una mala praxis. La noble lengua del Lacio, vehículo inmejorable y, si se me permite la expresión, ineludible a la hora de adentrarse en el acerbo cultural de Occidente, padece el declinar de la decadencia cultural, particularmente en nuestra patria, señera, en otras épocas, de esplendor intelectual. Muchas han sido las causas del mentado decline, y estas pocas líneas no pueden dar cuenta de un fenómeno tan catastrófico para las mentes de nuestros hermanos de sangre. Sólo menciono aquella que tiene que ver con la impericia y falta de interés en profundizar en las raíces mismas de nuestra cultura. Grecia y Roma legaron a Occidente, mediante la filosofía, el derecho y el arte, entre otras, la antorcha imperecedera de la cultura.

La lengua latina, vehiculum totius antiquorum doctrinae, ha sido sistemáticamente extirpada de las curriculas escolares en todos los niveles, tanto iniciales como superiores. Y cuando no, ha quedado relegada a una mera memorización de estructuras sin sentido y análisis sintácticos inútiles. En suma: no se aprende latín con el fin de leer a los clásicos universales de nuestra cultura (Virgilio, Horacio, Cicerón, Julio Cesar, etc.). Se memorizan, con el fin de olvidarse al poco tiempo de aprendidas, un sinfín de reglas y estructuras sintácticas y morfológicas que poco o nada tienen que ver con el intento principal de todo alumno que pretende aprender la lengua fundadora de nuestra cultura: conocer en latín mismo a los autores latinos.

Nuestra Academia se especializa en la enseñanza del latín mediante el método inductivo-contextual del célebre lingüista danés Hans Henning Ørberg. Mediante el aprendizaje directo de la lengua latina, sin pasar por el tamiz empobrecedor de las lenguas vulgares, el alumno accede al latín por el latín mismo. Se trata de escribir, hablar y pensar en latín con el objetivo de leer a los clásicos. La serie de libros titulada lingua latina per se illustrata, obra del citado Ørberg, es la herramienta principal que nuestra Academia tiene la suerte y el agrado de utilizar para enseñar de verdad latín. Y cuando digo de verdad me refiero a comprender a los autores más prominentes de nuestra civilización.

Lo que en un programa de latín mal llamado tradicional ocuparía alrededor de dos o tres años, nuestra Academia, siguiendo la disciplina y el método de Hans Ørberg, brinda en un año y medio. El libro Familia Romana, texto base de nuestro curso, posee el ochenta por ciento del vocabulario usado por los autores clásicos. No es poca cosa.

El objetivo de nuestra Academia es despertar en el alma de los estudiantes el amor por las letras clásicas y por todo lo que ellas representan. La Verdad, el Bien y la Belleza, trascendentales del ser según aquello de los antiguos, sólo pueden ser transmitidos a nuestros contemporáneos mediante esfuerzos sinceros de comprensión de la tradición. No alcanza un saber manualístico de declinaciones y oraciones subordinadas. Si un alumno de latín, luego de dos o tres años de estudio, es incapaz de abordar un texto latino quiere decir que los esfuerzos empeñados en la enseñanza de la lengua madre no han producido frutos. Lo que escribo surge de la experiencia de miles de horas de enseñanza.

Nuestras clases son impartidas 100% on-line.

Desde Vergilium estamos convencidos de que la adquisición de un verdadero conocimiento del latín es necesario toda vez que de veras se quiera contar con una cultura sólida. No es posible adquirir la riqueza de la tradición occidental sin el conocimiento y la vivencia de la antigüedad cuyo vehículo privilegiado es la lengua de los romanos.

Finalmente, es necesario bosquejar las ventajas de la enseñanza propiciada por nuestra Academia.

1.    Incursión directa en el idioma: sin rodeos inútiles ni distracciones que puedan surgir de la recurrencia común a idiomas modernos para comprender vocablos latinos. Se aprende latín en latín desde la primera clase.

2.    Profesores capacitados: plantel de maestros formados en el centro a nivel mundial más importante en lo referente a humanidades y lenguas clásicas.

3.    Enseñanza pluridisciplinar: continua incursión en el arte, el teatro y la música antiguos con el fin de propiciar de manera casi inconsciente la memorización de textos y poesías de los autores clásicos. El alumno podrá cantar poemas y composiciones de Horacio, Catulo, Virgilio, entre otros, según modos musicales especialmente adaptados a la métrica latina.

4.    Corrección de trabajos y acompañamiento: mediante actividades lúdicas realizadas en casa, así como ejercicios de fácil resolución, el alumno, mediante la guía constante de su profesor, adquirirá competencias de primer nivel en orden a pensar en latín.

Por último quisiera señalar la impronta principal de nuestra Academia: despertar en el alumno una forma de pensar, una forma de ser y de actuar conforme a los mejores postulados de la antigüedad clásica. Los valores de justicia, que nos sitúan ante el otro y ante el mundo en una postura de sumo respeto y prestancia; de fortaleza, que nos impele a actuar y salir de nuestro solipsismo en aras de un bien arduo; de templanza, que ponen un freno y sosiegan nuestra inclinación a atiborrarnos de cosas; de prudencia, la más exquisita de las virtudes para nuestros antepasados, que nos ayudan a juzgar de las cosas tal cual son.

Estimadas familias: en una época de impensada ferocidad y violencia, de maltratos y mentiras, en una época tan poco humana, el aprendizaje del latín y con él de los valores de la antigüedad clásica constituye una herramienta a corto y mediano plazo para preparar el corazón y las mentes de los más pequeños. Nuestra querida Academia Vergilium quiere aportar un granito de arena y fomentar dignos sentimientos y acciones impregnados de bondad, belleza y verdad.

Renovando mis sentimientos de admiración por la iniciativa de Mare Verum y de agradecimiento hacia Uds. por la posibilidad de estas líneas, me despido afectuosamente.

Juan Omar Valdéz Solowij

Director de Vergilium