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5 Consejos de Mare Verum para trabajar la ortografía en familia.

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Gisela Arcando

Son muchísimos los factores que intervienen a la hora de evaluar la cuestión ortográfica.

Debemos decir que un niño no tiene faltas de ortografía porque quiere, es descuidado, falto de atención o mal estudiante. En este sentido es muy importante asimilar la idea de que hay niños que están naturalmente inclinados a tener faltas ortográficas y hay niños que naturalmente están inclinados a no tenerlas. No es su culpa, ni la nuestra, ni la de nadie.

Esto no quiere decir que debamos dejar de actuar al respecto en caso de que nuestros pequeños tengan problemas a la hora de escribir correctamente las palabras.

Hay cosas que podemos hacer para ayudarles y hay cosas que debemos evitar si queremos tener éxito en este proceso que puede llevar poco o mucho tiempo dependiendo de cada niño.

A continuación te voy a ofrecer 5 consejos para tener en cuenta a la hora de trabajar la cuestión ortográfica en tu familia.

1. Lectura abundante y de calidad: Es fundamental ofrecer a nuestros hijos abundante lectura de calidad. La lectura debe ser diaria. Buenos textos de buenas editoriales. Los clásicos que siempre recomendamos en versiones originales y de excelencia. 

2. Copiado de poemas o textos literarios: El trabajo de copiado o copywork es una de las actividades que proponemos en Mare Verum. Consiste en copiar unos renglones diarios con nuestros clásicos libros de poemas en formato de Cuadernillos de Caligrafía o pueden realizar copias de frases célebres, pasajes de libros vivos y todo aquello que inspire deseos de atesorar. Además del copiado, al finalizar la semana se puede realizar un dictado, lo cual fijará aún mas la buena ortografía.

3. Generar conciencia ortográfica en el niño: Lo que en Mare Verum llamamos «conciencia ortográfica» consiste en enseñarles que no da igual escribir mal que escribir bien. Que escribimos para comunicar y que el mensaje debe ser claro y correcto.

4. No retarlos o reírse de ellos cuando escriben con errores: Los errores son parte del aprendizaje y jamás debemos reírnos o enojarnos de sus faltas ortográficas. Cuando detectamos un error, se lo debemos mencionar como algo al pasar, algo que es normal que suceda mientras están aprendiendo, que no presenta un problema grave. En ese momento podemos pedirles amablemente que lo arreglen, que lo corrijan, porque es importante escribir correctamente (generar conciencia) y sin más, seguir adelante con lo que se está haciendo.

5. Siempre responder a sus dudas ortográficas: Cuando los niños preguntan cómo se escribe una palabra, siempre debemos responder rápidamente, sin perder tiempo y sin titubeos (salvo que nosotros también dudemos y en ese caso podemos ir juntos al diccionario). En medio de un proceso de escritura, de un proceso creativo, no aconsejamos interrumpir para mandarlos a buscar la palabra al diccionario ni repreguntar a ver qué piensan al respecto, mucho menos soltar frases del tipo: «el diccionario no muerde» o «y a vos qué te parece?». Si preguntan, es porque quieren saber, porque tienen conciencia ortográfica y no les da lo mismo escribir mal que bien. Si le damos vueltas al asunto, podemos darles a entender que nos fastidia que pregunten. Y ya no querrán volver a preguntar. Si resolvemos la duda de inmediato, ayudamos al niño a fijar correctamente esa ortografía que presentaba dificultad. Un día, con asombro, veremos que ya no preguntará más, porque fijó, incorporó, maduró ese aspecto.

Espero que estos 5 consejos te sirvan a la hora de trabajar la ortografía en familia.

Recuerda asegurarte de que tu hijo no presente problemas de visión, lo cual puede ser un factor influyente aparte de la inclinación natural de la que hablamos al comienzo.

Las reglas ortográficas, buscar la familia de palabras o el uso del diccionario, son recursos que pueden servirnos en determinadas ocasiones. Es decir que podemos trabajar las reglas de manera personalizada si notamos que nuestro hijo tiene frecuentemente el mismo error. No es necesario estudiar todas las reglas si no las necesitan. Eso corresponde al análisis del lenguaje. No hace a la cuestión práctica. Ya de mayores analizarán los hechos del lenguaje si así lo desean. Debemos enseñarles que las reglas están allí para echar mano en caso de necesidad.